"Estaba llegando a la parada cuando sentí el ruido y el tirón de atrás, como que me tiraban de atrás". Luis Aguilar, chofer del interno 34 de la línea 8, describió así cómo fue el momento en que el ómnibus que conducía se hundió en un enorme pozo que se formó en calle Córdoba al 400, esta mañana.
"Miré por el retrovisor y vi el pozo. Puse el freno de mano y le pedí a los pasajeros que bajaran por adelante. Venía con 25 pasajeros, estaban por descender. Estaban parados, pero no hubo golpeados gracias a Dios", dijo en diálogo con LA GACETA.
Cuando Aguilar descendió del coche conoció la magnitud del cráter: de unos tres metros de profundidad y de cuatro de largo y de ancho. De acuerdo a los datos, un auto promedio entra completamente en el agujero.
Una grúa y un tracavato fueron necesarios para recuperar el coche que quedó atrapado durante unas cinco horas. El tránsito permanecerá cortado de manera total durante varias semanas, según se estimó.
Operarios y especialistas de la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT) y de la Municipalidad capitalina analizan qué puede haber causado el agujero que desencadenó el hundimiento del asfalto. A simple vista, no se aprecian pérdidas de agua.